Este fin de semana celebraron el día de “San Antón” patrón de los animales, veterinarios etc. A las 6 de la tarde comenzaron a llegar en romería las personas con sus mascotas al portalillo de la Iglesia, niños con tortugas, conejos, pajarillos, un gracioso loro cantaba, mayores con perros de diversas clases, grandes, medianos, pequeños, de todos los tamaños, luciendo sus mejores galas, (pues también algunos los suelen vestir).

En la puerta de la Iglesia en andas estaba San Antón, esperando a sus más queridos, “los animales”. El señor Cura preparado para dar la bendición a todo aquel que tuvo la gentileza de acudir.

Calle arriba, calle abajo, cada persona en compañía de su mascota.

¡Por la calle del Prado suben! ¡Por la calle de Santiago vienen más!  ¡¡Por la Plaza de las verduras, ¡¡Muchos  más!!

Todos en el portalillo, esperando su momento. Llega la hora esperada, cada persona desfila con su mascota, recibiendo el agua bendita, a su paso dicen su  nombre y el señor cura les bendice.

Después de  ser bendecidos, una pequeña reunión  en el portalillo, cuentan lo que les necesitan y el cariño que les tienen.

Esta tradición de salir con los animales y engalanarlos, en este día  yo la conozco desde niña, (que ya son unos años).

Cuenta la leyenda, “San Antón es un Francés que de Francia a España vino, lo que tiene San Antón a sus pies es un Cochino”.

En algunas regiones que celebran su fiesta, lo hacen alrededor de hogueras, suelen asar lomo, costillas, panceta, chorizo, morcillas, etc. Los chiquillos cantan esta estrofa cuando no les hacen participes de la comilona.

“San Antón mato un Marrano, y no me dio las morcillas, quien le diera a San Antón con un palo en las costillas”.

Así transcurrió el día, poco a poco cada uno se fue yendo por su camino, con la promesa de volver el próximo año para honrar, al santo y a sus mascotas.

PAKI LA REPORTERA MÁS DICHARACHERA